Los actos delictivos cometidos por jóvenes en el estado de California han disminuido notablemente en los últimos dos años, tiempo que coincide con la descriminalización de la marihuana.
Esta medida se adoptó en este estado norteamericano para terminar con el tráfico y fomentar la medicina cannábica. La policía está muy conforme, pues su trabajo está dando un pequeño respiro, pues desde el 2010 hasta el año pasado los arrestos por delitos violentos bajaron un 18% y los arrestos por drogas en un 50%. En tanto, los homicidios realizados por jóvenes cayeron un 26 %; entre los crímenes efectuados por menores de edad la caída es de un 20%, cifra que no era tan baja desde los años 50’s.
Todo parece indicar que la gran responsable de la baja criminalización juvenil sería la despenalización de la ganya así lo dicen las cifras y el Center on Juvenile and Criminal Justice, que además argumenta que la prosperidad económica también ha influido.
Claramente, no es que la marihuana haga magia en los jóvenes y los aleje de la violencia o el crimen, aunque algunos dicen que si calma mucho las pasiones juveniles. El punto es que desde que llevar pequeñas cantidades de marihuana solo conlleva una infracción, mucha gente dejó de ir a la cárcel donde, en el caso de los más adolescentes, había una gran influencia criminal que hacia que al salir de la cárcel muchos jóvenes fueran más peligrosos y temerarios.
La marihuana es una planta que puede tener increíbles propiedades curativas, nutritivas y sustentables. Esta marihuana no es ni un problema, ni una solución para la sociedad, pero si lo son las políticas, prohibiciones y malos usos que las personas generan ante este y otros productos naturales a los cuales se les podría sacar muchas bondades.
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